El horrible mundo de la ropa pre-mamá
Nunca he hecho una crítica de moda, ni ganas (que para eso ya tenemos a La Pomme de Terre) pero llevaba ya tiempo con ganas de escribir algo de esto.
Si por norma general, las mujeres nos preocupamos demasiado de la ropa... no quiero ni contaros el desastre psicológico que se produce en nosotras, cuando vemos que nuestra tripa crece por segundos, que de un día para otro nuestra cintura ha desaparecido o que se nos han auto-inflado las lolas (a tamaño Pamela Anderson) sin pasar por el quirófano!!
(vale, este último detalle puede hacer ilusión, pero creedme, la ilusión de unos grandes y Pamelianos pechos viene a durar cosa de un mes o mes y medio, que es lo que tarda aproximadamente nuestra tripa en hacer juego...)
Si, es verdad que cada mujer es un mundo, y que no todas empiezan a sufrir el desastre del "no tengo nada que ponerme porque mi tripa ya es descomunal" al mismo tiempo. Unas acusan la prominencia al tercer mes, otras al cuarto, incluso hay algunas de cinco meses que parece que solo se han tragado un M&M !!
Pero os puedo asegurar, que desgraciadamente, la sufridora aqui presente, gracias a la bendita genética que acarrea por parte de madre y tias, tiene tripa desde casi el segundo mes.
Ja! y yo que pensaba que eran gases!! :o)
Justo en el momento en el que me dió por guardar la ropa de verano y sacar la de invierno, pude comprobar con verdadero horror, que efectivamente NADA me valía y que por una vez en la vida, era cierto eso de que .... no tenía nada que ponerme y si, sin ecografías ni nada, yo ya sabía que estaba embarazada.
Durante unas semanas tanto para ir al trabajo como durante el fin de semana, dejé de parecer yo misma, para convertirme en una verdadera morcilla de Burgos, embutida en mis pantalones y jerseys de invierno.
Imaginaos que incluso el día que fuí a conocer a mi nueva profesora de yoga, comprobé espantada que no podia ni sentarme en el suelo sin tener que desabrocharme el botón y la cremallera del pantalón...!
Hasta la profesora me instó a cambiar de vestuario por el bien de la Lentejita... incluso llegó insinuar que gran parte de los mareos, nauseas y posteriores vomitonas, seguramente serían causadas por el embutimiento de mi cuerpo, en un intento de no asimilar que a mis dos meses escasos ya tenia la tripa de una de cuatro!! que verguenza por dior...
Así que sin tener en cuenta que a las mujeres normales (todas mis amigas sin escepción) les sale la tripa a eso del tercer mes... decidí renovar mi vestuario y dejar de ser una embarazada morcilla de Burgos gorda.
Por primera vez en mi vida, no me hacía nada de ilusión tener que comprarme ropa, es más, hasta lo odié.
Total... a quién le gusta tener que comprar ropa dos tallas mas grande, que no servirá para el año que viene y fea hasta decir basta??
Porque sí, hay que dejarlo bien clarito.. como no te apañes y seas habilidosa, la ropa de premamá es simplemente HORROROSA, ortopédica y además queda fatal a todas! (bajo mi humilde opinión).
Soy de la opinión que ropa premamá mientras menos mejor.
Siempre puedes intentar apañarte con tallajes un poco mas grandes de la ropa normal y corriente.
Y eso que ahora podemos darnos con un canto en los dientes, porque ya no es lo de antes, cuando las embarazadas tenian que hacerse la ropa a medida, remendar la suya propia con petachos de gomas en los costados, o ir a tiendas donde todo era negro, marron y feeeeoooo.
En vez de embarazadas, parecian adefesios.Como si hubiera que ocultar algo.
Hoy, hay algo más de variedad, pero aún asi hasta que al Señor Amancio no se le encienda la bombillita y se de cuenta de que somos un público objetivo fiel y con muchas ganas de gastar en un periodo de rotación bastante corto ...
Aún así y a la espera, hay alternativas que pueden servir para apañarnos.
Aunque yo sigo pensando que lo mejor es ir con ropa de tiendas normales, la cuestion está en buscar y probar,porque las tallas grandes nos pueden sacar de muchos apuros ademas de que estamos muchisimo mas guapas por no hablar de que sale mil veces mas barato.
Mención especial a las vendedoras de estas tiendas tan especializadas (Prenatal, Mit Mat Mamá, Formes, etc...)
Porque se empeñan en colarnos cualquier cosa a cualquier precio??
Es que se creen que por estar embarazadas, perdemos neuronas y nos volvemos tontas del culo??
Si les pides un abrigo, como es posible que te digan que para que lo quieres si todas las embarazadas tienen calor? o se empeñan en venderme en contraposicion, un poncho con el que en vez de preñada parezco una de los Sabandeños!!
O porque intentan vender a toda costa, un modelito carísimo, dos tallas mas grandes que me queda peor que a un Cristo dos pistolas?
Un consejo, siempre hay que ir acompañada. Nunca sola!
Así, si la de la tienda te jura y te perjura,diciendo que estás moníiiiisimaaaa y que tienes cierto aire a la Leti de premamá con un fastuoso traje de 300 euros, al menos tienes a alguien que te de su opinión verdadera y que se te ría a la cara diciendo que lo que en realidad pareces, es una vendedora de bragas del mercadillo con tripa y que solo te falta la escoba y el plumero...
Con perlas como estas, lo mejor es echarle imaginación, intentar no deprimirse y no tirar la toalla, que los nueve meses se pueden hacer largos, largos, laaargoooosss...
En una próxima entrada, intentaré hacer un pequeño resumen de lo se puede comprar y con lo que nunca debermos apañarnos.
XDDD.
Si por norma general, las mujeres nos preocupamos demasiado de la ropa... no quiero ni contaros el desastre psicológico que se produce en nosotras, cuando vemos que nuestra tripa crece por segundos, que de un día para otro nuestra cintura ha desaparecido o que se nos han auto-inflado las lolas (a tamaño Pamela Anderson) sin pasar por el quirófano!!
(vale, este último detalle puede hacer ilusión, pero creedme, la ilusión de unos grandes y Pamelianos pechos viene a durar cosa de un mes o mes y medio, que es lo que tarda aproximadamente nuestra tripa en hacer juego...)
Si, es verdad que cada mujer es un mundo, y que no todas empiezan a sufrir el desastre del "no tengo nada que ponerme porque mi tripa ya es descomunal" al mismo tiempo. Unas acusan la prominencia al tercer mes, otras al cuarto, incluso hay algunas de cinco meses que parece que solo se han tragado un M&M !!
Pero os puedo asegurar, que desgraciadamente, la sufridora aqui presente, gracias a la bendita genética que acarrea por parte de madre y tias, tiene tripa desde casi el segundo mes.
Ja! y yo que pensaba que eran gases!! :o)
Justo en el momento en el que me dió por guardar la ropa de verano y sacar la de invierno, pude comprobar con verdadero horror, que efectivamente NADA me valía y que por una vez en la vida, era cierto eso de que .... no tenía nada que ponerme y si, sin ecografías ni nada, yo ya sabía que estaba embarazada.
Durante unas semanas tanto para ir al trabajo como durante el fin de semana, dejé de parecer yo misma, para convertirme en una verdadera morcilla de Burgos, embutida en mis pantalones y jerseys de invierno.
Imaginaos que incluso el día que fuí a conocer a mi nueva profesora de yoga, comprobé espantada que no podia ni sentarme en el suelo sin tener que desabrocharme el botón y la cremallera del pantalón...!
Hasta la profesora me instó a cambiar de vestuario por el bien de la Lentejita... incluso llegó insinuar que gran parte de los mareos, nauseas y posteriores vomitonas, seguramente serían causadas por el embutimiento de mi cuerpo, en un intento de no asimilar que a mis dos meses escasos ya tenia la tripa de una de cuatro!! que verguenza por dior...
Así que sin tener en cuenta que a las mujeres normales (todas mis amigas sin escepción) les sale la tripa a eso del tercer mes... decidí renovar mi vestuario y dejar de ser una embarazada morcilla de Burgos gorda.
Por primera vez en mi vida, no me hacía nada de ilusión tener que comprarme ropa, es más, hasta lo odié.
Total... a quién le gusta tener que comprar ropa dos tallas mas grande, que no servirá para el año que viene y fea hasta decir basta??
Porque sí, hay que dejarlo bien clarito.. como no te apañes y seas habilidosa, la ropa de premamá es simplemente HORROROSA, ortopédica y además queda fatal a todas! (bajo mi humilde opinión).
Soy de la opinión que ropa premamá mientras menos mejor.
Siempre puedes intentar apañarte con tallajes un poco mas grandes de la ropa normal y corriente.
Y eso que ahora podemos darnos con un canto en los dientes, porque ya no es lo de antes, cuando las embarazadas tenian que hacerse la ropa a medida, remendar la suya propia con petachos de gomas en los costados, o ir a tiendas donde todo era negro, marron y feeeeoooo.
En vez de embarazadas, parecian adefesios.Como si hubiera que ocultar algo.
Hoy, hay algo más de variedad, pero aún asi hasta que al Señor Amancio no se le encienda la bombillita y se de cuenta de que somos un público objetivo fiel y con muchas ganas de gastar en un periodo de rotación bastante corto ...
Aún así y a la espera, hay alternativas que pueden servir para apañarnos.
Aunque yo sigo pensando que lo mejor es ir con ropa de tiendas normales, la cuestion está en buscar y probar,porque las tallas grandes nos pueden sacar de muchos apuros ademas de que estamos muchisimo mas guapas por no hablar de que sale mil veces mas barato.
Mención especial a las vendedoras de estas tiendas tan especializadas (Prenatal, Mit Mat Mamá, Formes, etc...)
Porque se empeñan en colarnos cualquier cosa a cualquier precio??
Es que se creen que por estar embarazadas, perdemos neuronas y nos volvemos tontas del culo??
Si les pides un abrigo, como es posible que te digan que para que lo quieres si todas las embarazadas tienen calor? o se empeñan en venderme en contraposicion, un poncho con el que en vez de preñada parezco una de los Sabandeños!!
O porque intentan vender a toda costa, un modelito carísimo, dos tallas mas grandes que me queda peor que a un Cristo dos pistolas?
Un consejo, siempre hay que ir acompañada. Nunca sola!
Así, si la de la tienda te jura y te perjura,diciendo que estás moníiiiisimaaaa y que tienes cierto aire a la Leti de premamá con un fastuoso traje de 300 euros, al menos tienes a alguien que te de su opinión verdadera y que se te ría a la cara diciendo que lo que en realidad pareces, es una vendedora de bragas del mercadillo con tripa y que solo te falta la escoba y el plumero...
Con perlas como estas, lo mejor es echarle imaginación, intentar no deprimirse y no tirar la toalla, que los nueve meses se pueden hacer largos, largos, laaargoooosss...
En una próxima entrada, intentaré hacer un pequeño resumen de lo se puede comprar y con lo que nunca debermos apañarnos.
XDDD.